viernes, 9 de octubre de 2009

Mi aventura de ser docente

Cuando empecé mi trabajo en la docencia recuerdo que llegué al salón de clases con una actitud de seriedad porque quería de alguna manera ganarme el respeto de mis alumnos. Sentía temor ya que nadie me había dicho como desempeñarme ante el grupo. Al principio solo llegaba al grupo impartía mi clase y me retiraba sin más, pero conforme fue pasando el tiempo mi actitud fue cambiando, ya que comencé a interactuar con mis alumnos los deje que expresaran sus inquietudes y necesidades.
Siempre he estado consciente de la responsabilidad que tengo como docente, pero al leer la lectura de la aventura de ser maestro me empecé a cuestionar que tan cerca o lejos estoy de ser en realidad un maestro de humanidad. Es muy cierto que a veces estamos tan preocupados en proporcionar conocimientos a los jóvenes, que nos olvidamos de entenderlos y comprenderlos, de rescatar en ellos sus valores. Cuantos errores llegamos a cometer precisamente porque no hay una fórmula que nos diga cómo ser los mejores maestros, ya que lo que funciona para unos grupos no sirve para otros.
Esta lectura me ha permitido darme cuenta que ser docente implica tener una verdadera actitud de servicio, servicio hacia nuestros alumnos, el despejar sus dudas, respetarlos, preocuparnos por buscar diferentes técnicas para que entiendan los temas. Sé que tengo que planear mis clases pensando en lo que quiero lograr en ellos, empezando por despertar el interés por aprender.
En mis manos está la decisión de disfrutar plenamente mi labor como docente y transmitir eso a mis alumnos o dejar que el malestar docente haga de mi trabajo algo monótono y aburrido, lo cual obviamente repercutiría negativamente en mis alumnos. Estoy convencida de que deseo lo primero, quiero cada día ser mejor, aprender a comunicarme con mis alumnos, conocerlos y ayudar a formarlos integralmente y para ello es que tengo que actualizarme y prepararme constantemente, adquirir conocimientos pedagógicos que me ayuden a desempeñarme mejor como docente, ya que esta labor implica aprender algo nuevo cada día.

2 comentarios:

  1. ¡Hola Soraya!
    Tienes mucha razón en lo que comentas respecto a que nos preocupamos solo por enseñar, sin tratar de entender a nuestros alumnos, en lo personal uno de los temas que más me gusta es la Psicología de la educación, he leído mucho sobre estilos de aprendizaje e inteligencia emocional, y no te imaginas como ayudan esos temas en nuestra práctica docente.
    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. Hola Soraya
    En realidad muchas veces nos preocupamos por ser nosotros delante de nuestros alumnos y no nos preocupamos por el problema de nuestros alumnos que ha veces no se atreven por desconfianza y es el principal punto que debemos de abatir porque ser docente no nada mas dar clases va mas allá. Es muy cierto tu reflexión debemos seguir preparándonos para ser mejores.
    Saludos.

    ResponderEliminar